jueves, 29 de enero de 2009

Enrique Raymondi: el inolvidable "Maestro"

En nuestra columna del 17 de junio nos referimos a la visita del gran equipo chileno Green Cross para poner de relieve la sensacional actuación del golero porteño José “Capitán Achocha” Arosemena. Muchas cosas quedaron en el tintero respecto de los encuentros jugados hace 50 años y una de ellas tiene que ver con un jugador legendario: Enrique “Maestro” Raymondi. Por esas rarezas de nuestro deporte el 7 de julio de 1940 el glorioso Panamá se clasificaba campeón de 1939 al vencer al Italia por 6 a 2 en una mañana extraordinaria de aquel potente artillero que fue Manuel “Manco” Arenas que anotó cuatro goles y una notable perfomance del ya consagrado “Achocha” Arosemena que se dio el lujo de atajar un penalti a un verdugo de arqueros como Jorge Tolozano Laurido. El 28 de julio Panamá se enfrentó a Green Cross y no sólo fue la actuación de Arosemena lo que el público aplaudió sino tambien la consagración goleadora de un frágil pero astuto driblador, Enrique Raymondi Chávez, quien ya había dado que hablar jugando para Unión Deportiva Valdez, en Milagro. Ese día en el viejo Estadio Guayaquil alinearon por los porteños Arosemena; Luís Hungría y Eloy Ronquillo; Arias, Jorge Peralta (Martínez) y Luís Antonio Mendoza; “Cuchucho” Cevallos, Alfonso Suárez, Raymondi, José Herrera (Arenas) y Fonfredes Bohórquez. . Los chilenos plantaron a Soto; Báez y Mendoza; Carvajal, Zambrano y Cantallops; Herrera, Manuel Arancibia, Morcillo, Carlos Arancibia y Venegas.

Recién habían transcurrido tres minutos del encuentro que se presagiaba muy duro para los locales cuando Mendoza, quien más tarde formaría en Millonarios de Bogotá con su gemelo José Luís, ganó un balón que lo cedió al bullidor Cevallos. Con habilidad el alero gambeteó a su celador y puso en acción a Alfonso Suárez, de exitoso paso por Independiente Rivadavia de Mendoza, Argentina, e Hispanoamérica de La Habana. Suárez adelantó inteligentemente a Raymondi quien, luego de sortear a Báez, disparó rasante para derrotar a Soto y poner el 1 a 0. El encuentro se tornó muy parejo y empezó la gran jornada de Achocha, tal como lo comentamos el 17 de junio pasado. A los 15 minutos de la complementaria se produjo el cambio que trastornó la tónica del partido: Manuel Arenas ingresó por José Herrera. En su primer toque de pelota Arenas, haciendo filigranas, se sacó a Arancibia y habilitó a Bohórquez que detuvo el baló con el pecho y lo bajó elegantemente, amagó tirar violento pero engañó a todos cediéndolo para Raymondi, quien volvió a batir a Soto. Suárez en la creación y Arenas y Raymondi en la ofensiva enloquecieron a los chilenos y procuraron salvas estruendosas de aplausos. A los 68 minutos Suárez recibió el esférico de Arenas y quebró a Báez para servir a Cevallos que penetró velor por su ala. Cuando todos esperaban el centro Cuchucho retrasó para Suárez quien resolvió elevando un centro al que llegó oportunísimo Raymondi para colocara su tercera anotación personal y de su equipo. Los chilenos descontaron a los 83 minutos por acción de Manuel Arancibia, pero nada restó brillo a la gran mañana del Panamá y del diestro, elegante, escurridizo y efectivo “Maestro” Raymondi, quien, diecisiete años después seguía haciendo goles en la primera categoría como lo comentaremos en otra oportunidad.

Milagro vivió uno de sus momentos deportivos más emocionantes el 9 de agosto de 1952 con la inauguración del entonces moderno coliseo “Edmundo Valdez Murillo” que tanto significó para el progreso deportivo milagreño. El hoy añoso escenario se edificó gracias al entusiasmo y al sacrificio del Ing. Valdez, a quien tanto debe el deporte de Milagro. Autoridades deportivas, civiles y eclesiásticas se dieron cita para la ceremonia que tuvo una brillante alocución del Prof. Jorge Borja Fuller, entonces presidente del Comité de Básquetbol de la Liga Cantonal, y la entrega del escenario en la palabra emocionada del Ing. Edmundo Valdez. Dos equipos femeninos se enfrentaron en la parte deportiva del programa: Rafaela Valdez vs. Elizalde Vera. Formaron en el primero Betty Jiménez y Lucía Vera; Jacinta Sandiford, Pilar Guerrero y Lily Ortega. En el Elizalde Vera alinearon Jovita Espinoza y Mercedes del Río; Mercedes Miranda, Marcia Puig Moreano y Sonia Andrade. Las hábiles jugadoras protagonizaron un reñido encuentro y se ganaron los aplausos del público. En el partido de fondo se midieron Liga Deportiva Estudiantil y Ferroviarios con victoria ligada por 32 a 23. En Liga estuvieron Iván Cereceda y Pablo Castillo; Rafael Mejía, Julián García y Víctor Andrade. Por Ferroviarios jugaron Gilberto Lozano y Humberto Ayala; Pío Sandiford, Samuel Cisneros y Alvaro Aparicio. Ingresaron luego Gonzalo Aparicio y Lorenzo Sandiford. Han pasado de aquello 38 años y el Coliseo no es hoy lo que fue, pero hay grandes recuerdos como los que revivimos hace pocas noches en Milagro con Carlitos Serrado, Edmundo Calderón y Miguel Rossignoli, gracias a quienes salió este tema.
(Agosto 5 de 1990)

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