martes, 6 de enero de 2009

Las Tres Letras de Oro del deporte

Liga Deportiva Estudiantil, la entidad que mayores glorias ha aportado a la historia deportiva porteña y nacional, cumplió 68 años de fecunda vida, dirigida por un entusiasta caballero del deporte: Félix Cortazar Paz. Era Liga Deportiva Universitaria en 1922 cuando ganó la Copa “Presidente Baquerizo Moreno” al Club Universitario de Quito. Fue subcampeón de la Federación Deportiva Guayaquil (luego del Guayas) en 1923, a un punto de Oriente y contribuyó con sus mejores jugadores a la conquista del Escudo Cambrian: Alfonso Legarda, Ignacio Cuesta, Servio Moreno y Luís Márquez de la Plata. Otras grandes figuras pasaron por sus filas: Heliodoro Castro, Gabriel Legarda, Nicolás Parducci, Guillermo Baquerizo, José y Arístides Coello, Leopoldo y Alberto Avilés, José Chávez y muchos más. Cuando se introdujo el básquet en Guayaquil y en el Ecuador fue la LDU el más poderoso equipo con estrellas como Enrique y Emilio Valdez, Pedro Pablo Baquerizo, Clodoveo Alcívar, Fernando López Lara, Alejandro Aubert, Nicolás Parducci, Gonzalo Freile y Atahualpa Chávez. Fue también Liga la pionera del atletismo porteño y de sus filas salieron los mejores de la época: Héctor Cabezas Monsalve, Carlos Manrique Izquieta, Carlos Monroy, Arsenio Vélez, Martín Zevallos, Luís Silva French, Telmo Oyague, entre otros.

Uno de los capítulos más épicos de la vida del club lo escribió un múltiple deportista superdotado: Martín Zevallos Mata. Cuando el malogrado Tito Símon era, libra por libra, el mejor boxeador profesional del país, Zevallos, estudiante universitario, atleta y boxeador amateur, lo desafió a pelear en 15 asaltos. Se midieron en el coliseo del American Park el 14 de octubre de 1923 y fue una batalla histórica. Símon hacía valer su clase y en el cuarto round parecía que llegaba el fin para el amateur. En una levantada espectacular Zevallos apabulló a su rival entre el quinto y el octavo asalto. Entre el noveno y el undécimo Símon retomó la ventaja y otra vez Cevallos parecía estar cerca del final. Ante el asombro del público resucitó en el round duodécimo y castigó rudamente a Simon quien, en el penúltimo asalto, salió por entre las cuerdas después de un formidable esquive de Zevallos. La última vuelta fue una batalla campal y cuando sonó la campana el público saltó al ring para pasear en hombros a Martín Cevallos, un amateur que se llevó un empate a quince asaltos ante un experimentado profesional.

En 1929 el retiro de las grandes figuras hizo que escasearan los resultados. Augusto Jijón, Alfonso Drouet, Héctor Cabezas, Carlos Guevara Moreno, Pedro Jorge Vera y otros dirigentes tomaron contacto con los estudiantes vicentinos. Con la firma de los rectores de la Universidad de Guayaquil, Dr. Luís Cornejo, y del Vicente Rocafuerte, Dr. Abel Gilbert, se selló un pacto: LDU se transformó en Liga Deportiva Estudiantil para que los estudiantes del prestigioso plantel pudieran asociarse. Retornaron entonces las grandes épocas. El 3 de enero de 1932 los ligados se midieron con el Esparta, campeón de Tocopilla, Chile, que venía ganando por goleadas en Talara y había vencido al local Daring. LDE alineó a Alfonso Drouet; Luís Hungría y Porfirio Suárez; Segundo Paredes, Elí “Jojó” Barreiro y Alfonso Suárez; Vidal Yanuzzelli, Atahualpa Cabrera, Carlos “Guapala” Paladines, Fonfredes Bohórquez y Rafael “Patachón” Mármol, protagonista con “Jojó” de una heroica travesía a nado a Punta de Piedra poco antes. Los chilenos jugaron con Monsalve; Cortez y Pallares; Alcayaga, Mestre y Ampuero; Gaete, Carmona, Gallardo, Guerra y Martínez. Fue un partido bronco pero bien jugado. Cuando los chilenos buscaron lío los ligados demostraron que no sólo eran buenos futbolistas sino también grandes “cocachos”. Ante la fuerza y clase de la DE, los “rotos” se achicaron y perdieron por 4 a 2 en una tarde magistral de Alfonso “Ñato” Drouet quien atajó de todo y goles de gran factura del “Pelado” Bohórquez (2), Cabrera y Yanuzzelli.

Por LDE pasaron Pancho Segura Cano, el mejor deportista ecuatoriano de todos los tiempos, imbatibles nadadores como Alberto “Cholo” Sttagg, Fidel “Pircio” Miranda, Elí “Jojó” Barreiro, Electra Ballén Ayala, a quien llamara un periodista y poeta “La sirena del Guayas”, Rafael Mármol, Oswaldo Reinoso, Luís Alberto Flores y Esteban Sachs. Fueron de la LDE “Los Cuatro Mosqueteros del Guayas”, Luís Alcívar, Abel y Carlos Luís Gilbert y Ricardo Planas que dieron a Ecuador el primer título internacional deportivo; Cristóbal Savinovich, campeón sudamericano de saltos ornamentales; grandes beisbolistas, campeones de Guayaquil, como Humberto Santos, Honorio “Cocoliche” Cucalón, Rubén y Elí Barreiro, Ernesto Moreira, Roberto “Chancha” Nevárez, Antulo Vera, Eloy Guerrero y Freddy Uzcátegui. Fue Liga siempre una escuela de baloncesto y allí brillaron Juvenal Sáenz, estrella del Sudamericano de 1938 en Lima, Víctor “Caballito” Zevallos Mata, Augusto y Rubén Barreiro, Humberto Moreira, Gustavo Vargas, José Aguirre, Carlos Ruíz, el mágico Miguel “Cuchivive” Castillo, sucesor de Juvenal y “Caballito” y antecesor del inmenso Jorge “Chato” Mejía, Víctor Andrade, Abel Jiménez, Juanito Sala, Carlos Valle, Pablo Cabanilla, Rafael “Bolita” Mejía, Luís “Cholula” Landívar y tantos otros. LDE fue cinco veces campeón federativo en la década de los 60, imbatible en las canchas del país, y culminó ese ciclo con el vicecampeonato sudamericano de clubes, cayendo sólo ante Corinthians, de Brasil, que traía a Ubitarán Pereira y el mundialmente famoso “Platillo volador” Wlamir Márquez.
(Junio 24 de 1990)

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