Con ese plantel, al que se sumaron en esporádicas apariciones los argentinos Juan Deleva y Oscar Luís Carrara, ex Río Guayas, Valdez debutó el 21 de junio de 1953, en la iniciación del torneo profesional, ante Barcelona que venía de ganar a Millonarios de Bogotá el 8 de abril y de empatar cuatro días después con Deportivo Cali del Muñeco Coll y Alejandro Mur. Los milagreños alinearon a Bonnard; Gonzabay y Mondragón; Navarro (Jaime Orozco), Serrado y Caisaguano; Antonio Alume, Otoya, Villacís (Cañola), Altamirano y Rivas. Barcelona puso a Jorge Delgado; Carlos Sánchez y Juan Benítez; Galo Solís, Carlos Alume y César Solórzano; José Jiménez (Jorge Rodríguez), Enrique Cantos, Sigifredo Chuchuca, José Pelusa Vargas y Clímaco Cañarte. Fausto Villacís puso el primer gol a los 4 minutos y empató Carlos Alume antes de la conclusión del primer tiempo. Cañola ingresó para la segunda fracción y allí encontró Esperón el arma infalible que le serviría para lograr el título. El pequeño y vivaz esmeraldeño madrugó dos veces a la defensa “torera” para elevar el marcador a los 10 y 12 minutos. Titán colocó el cuarto y Chuchuca descontó para un 4 a 2 sorprendente que se iba a repetir en la segunda vuelta.
Valdez fue líder en la primera y segunda vuelta y así llegó a la rueda decisiva. El 21 de noviembre, en la apertura, le puso cuatro goles al Everest. El 26 llegó al Capwell acompañado de una bulliciosa barra que comandaban Manolín y Gabucho Murillo para medir con Emelec. Bonnard; Spandre y Mondragón; Navarro, Viteri y Caisaguano; Guerrero, Otoya, Rengifo, Altamirano y Alume formaron por los milagreros. Vásquez; Guamán Castillo, Eladio Leiss y Chompi Henríquez; Bolívar Herrera y Ricardo Chinche Rivero; Cristóbal Cholo Jalón, Mariano Larraz, Carlos Romero, Júpiter Miranda y Humberto Suárez alinearon por los “eléctricos”. Antes de los 20 minutos ya ganaba Emelec con goles de Jalón y Herrera. El ansiado título parecía peligrar. En el segundo tiempo se produjo el ingreso de Cañola y una vez más cambió la faz del partido. Un centro del esmeraldeño, cabezazo de Otoya y certero remate de Alume produjeron el primer gol. El incansable Otoya burló a Leiss y venció a Vásquez. Valdez había empatado el encuentro. Cuando faltaban 7 minutos para el final Otoya sorprendió adelantada a la defensa y puso el gol de la victoria.
El 28 de noviembre Valdez se proclamó campeón al empatar a cero con Barcelona. Formaron en ese partido Bonnard; Spandre y Mondragón; Navarro, Viteri (Serrado) y Caisaguano; Guerrero (Cañola), Otoya, Rengifo, Altamirano y Alume. Por los del Astillero estuvieron Delgado; Heráclides Marín y Sánchez; Solís, Alume y Solórzano; Rodríguez, Cantos, Chuchuca, Vargas y Clímaco Cañarte. Fue un bronco partido en el que Valdez demostró una gran disciplina de juego. Cuando se dio el pitazo final que consagraba a Valdez campeón indiscutido de 1953 dos hombres fueron levantados en andas por los jugadores: Edmundo Valdez Murillo y Gregorio Esperón. Veintitrés años después de haberse convertido en Unión Deportiva Valdez llegaba el ansiado título para el que una vez había sido el modesto equipito obrero “Enrique Valdez Concha”.
(Noviembre 25 de 1990)
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