Un capítulo memorable de la historia deportiva guayaquileña lo constituye la visita del Buque Cambrian de la Real Armada de Su Majestad Británica y los enfrentamientos de su equipo de fútbol con los elencos de Norteamérica y Centenario. De esas confrontaciones nació la disputa del Escudo Cambrian que llenó toda una época del balompié nacional. Varias versiones se han tejido sobre esta historia y bien vale dejar en claro lo que ocurrió a fines de 1921 en la sabana oeste de Guayaquil donde más tarde iba a construirse la canchita de Puerto Duarte, llamada más tarde Campo Deportivo Municipal o Estadio Guayaquil.
El 11 de diciembre arribó a la rada de Guayaquil el imponente buque Cambrian comandado por el capitán James D. Steward, anunciándose que el equipo de fútbol, integrado por oficiales y tropa, iba a sostener encuentros con similares de la ciudad. El Club Sport Centenario fue escogido como primer rival disputando una copa de plata donada por la Joyería Esmeralda, de don Carlos Phillips, y un balón de fútbol donado por la colonia inglesa. El 15 de diciembre, con estadio lleno, en un gran cotejo, los jóvenes del Centenario cayeron ante los ingleses por 3 a 2, luego de ir pediendo 2 a 0 y emparejar el marcador. Los porteños alinearon con Luís Salazar; Alejo Madinyá y Heliodoro castro; José María Jiménez, Alberto Jurado González y Juan Esteves; Eduardo Tamayo, Raúl Chávez, E. Ribas Jr., Polibio Moreno y Elías Páez.
El 17 de diciembre los ingleses enfrentaron al campeón guayaquileño Norteamérica, el que puso en el campo a sus mejores hombres: Manuel “Bienvenida” Cortez; Guillermo “Muñeco” Ycaza y Samuel “Petita” Torres; Francisco “Mondongo” Arámbulo, Oscar “Chaleco” Cantos y Genaro Diéguez; Francisco “Pancho chico” Rodríguez, Raymundo Ycaza, Pedro “Zambo” Merizalde, Antonio “Mojarra” Torres y Guillermo “Viejo” Baquerizo. Los ingleses alinearona a Join; Patridge y Gibson; Mills, Rice y Broad; Barry, Strike, Prost, Speer y Smith. El juego tuvo lugar a las 3 de la tarde, con un sol abrasador y el arbitraje de Alfred Cartwright Jr. El primer gol lo puso el “Zambo” Merizalde a los 15 minutos del segundo tiempo pero los visitantes empataron a los 25 cuando Norte jugaba con diez hombres por lesión de Baquerizo. El partido terminó empatado luego de acciones emocionantes y los ingleses pidieron al árbitro jugar 20 minutos más. Los nortinos, pese al agotamiento y a tener sólo 10 jugadores, aceptaron caballerosamente, pero el alargue les fue fatal. Cuando iba a expirar el tiempo extra los ingleses pusieron el gol del triunfo.
El 18 de diciembre se jugó la revancha con el Centenario. Desde tempranas horas empezó un enorme tráfico de vehículos y espectadores a la sabana de Puerto Duarte. Centenario presentó a Salazar; Madinyá y Castro; Esteves, Jiménez y Jurado; Gellibert, Chávez, Ribas, Polibio Moreno y Servio Moreno. Cambrian formó con Mills; Morgan y Scout; Doherty, Catemby y Barter; Tonkin, Mc Dougall, O’Flynn, Head y Guest. El juego fue emocionante y recio. Centenario ase adelantó en el marcador y los ingleses sitiaron la valla de Salazar hasta que se produjo el empate. La lucha era ardua. Mc Dougall fue en pos de un balón y chocó con Heliodoro castro, quien se levantó pero su rival quedó en el piso lanzando gritos de dolor. El Dr. Abel Gilbert y su ayudante, Armando Pareja Coronel, diagnosticaron fractura. Trasladaron al inglés a la Clínica Guayaquil hasta que llegó el cirujano del buque y confirmó el diagnóstico: fractura de tibia y peroné. El juego continuó hasta que Mr. Cartwright señaló el final que registró un empate luego de un alargue de 20 minutos.
Por la tarde los marinos ingleses se presentaron en Durán ante el Sudamérica, de la vecina orilla, al que vendieron por 3 a 0. Retornaron luego a Guayaquil y concurrieron al Club de la Unión para un “five o’clock tea”. Por decisión de los jugadores del centenario, las damitas porteñas Carmita Noboa Cooke, Angelita Avellán Ordoñez y María Enriqueta Gallardo entregaron al capitán Steward la copa que habían disputado en el partido de revancha. El caballeroso oficial inglés agradeció por la forma afectuosa en que habían sido recibidos por los guayaquileños y al hacer el elogio del fútbol porteño y de la destreza de nuestros futbolistas, ofreció enviar en un plazo de tres meses una copa de plata para que sea disputada en Guayaquil entre los clubes del país.
En trofeo, en forma de escudo, llegó en 1923 y fue entregado el 24 de junio por el cónsul inglés, Mr. W.C. Graham, al presidente de la Federación deportiva Guayaquil Manuel Seminario Sáenz de Tejada. Dicho escudo, valorado en 400 libras esterlinas, empezó a disputarse el 8 de octubre de 1923 entre los llamados Team Probable, Team Posible, integrados por jugadores guayaquileños, el Gladiador de Quito y el Wrestler de Riobamba. Una larga historia se inició aquel día, pero ella será motivo de otras columnas.
(Abril 22 de 1990)
lunes, 14 de abril de 2008
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